EL CLIMA ESTÁ LOCO

Bueno un poco tarde pero, ya está, el primer post de 2018.

Llevo unos meses un poco atareado y no he tenido tiempo de escribir ni siquiera lo más mínimo por aquí aunque si lo he hecho por redes sociales.

En el post de hoy vengo a explicar las razones que nos llevan a decir que el clima está loco y por qué suceden catástrofes naturales como, por ejemplo, las riadas de las últimas semanas acaecidas por toda España.

En primer lugar no, el clima no está loco. Somos nosotros con nuestras máquinas, uso de energía, deforestación, consumo, etc. los que estamos haciendo que los patrones climáticos cambien y, quizá sea un cambio que nos lleve a replantearnos nuestra existencia como especie.
Llevo semanas escuchando que a ver si llega el verano, por qué no para de llover, estamos casi en Junio y hace frío (esto último obviamente antes de acabar el mes pasado), vaya con el calentamiento global si sigue haciendo frío... Sigue siendo nuestra culpa.
Y después de esto, vienen las inundaciones y desbordamiento de ríos. Bien, todo lo anterior lo he explicado en otros post anteriores y de poco sirve volver a explayarse sobre el tema pero sobre esto último sí cabe explicación y no debe tomarse a la ligera. Comencemos.

Desde los comienzos de la historia (o pre-historia) los asentamientos humanos han ido buscando la cercanía al agua: riberas de ríos, orillas de lagos... lo cual hace que corramos un riesgo evitable, las inundaciones. Todos, exactamente todos los ríos, lagos, lagunas, canales y arroyos tienen una zona que se llama llanura de inundación la cual como su propio nombre indica, es una zona que tiende a inundarse cuando el aporte de agua excede la capacidad de carga de dicha corriente de agua. Entonces, si esta llanura es una vía de escape del excedente de agua, todo aquello que se encuentre en esta zona va a quedar anegado. Solo hace falta echar un vistazo en google maps para ver que no hay pueblo o ciudad por la que no pase una corriente de agua dulce. Igualmente de sencillo se hace el constatar que no se tiene ninguna infraestructura de evacuación de agua en caso de ocurrir el desbordamiento.
Nos encontramos con alcantarillas saturadas, canaletas sucias, tuberías rotas...
Muchas de estas catástrofes se podrían haber evitado con la construcción del asentamiento entre 3-4 km más alejados de los puntos del cauce, ya que muchos de estos asentamientos son cruzados por los mismos, lo cual implica aún más riesgo si, encima, no se disponen de las medidas y las estructuras necesarias para evacuar el excedente.

Esto nos lleva a preguntarnos si realmente es el clima el que está loco y llueve sin cesar o que la ingeniería civil humana no ha sabido prever que los cauces necesitan de una amplia zona donde descargar sus excesos sin llegar si quiera a acercarse a una infraestructura construida por nosotros.

Hasta aquí el pequeño post de hoy, solo quería dejar claro que las lluvias y los ríos no tienen la culpa de que se nos inunden los pueblos. La culpa es nuestra por no hacer los debidos estudios que, aunque solo haya la posibilidad de que ocurra una vez cada diez años, sean pertinentes y tomar las medidas oportunas.

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