La Vida de tu smartphone

Una batería muy extensa.

Si todos pensamos que un teléfono móvil (hoy llamado smartphone) es simplemente un trozo de plástico, con un display y un software instalado que nos permite hacer delicias nuestros sueños, estámos bien equivocados.

Un smartphone convencional está compuesto con diversos materiales extraídos de varios puntos de la tierra, lo cual hace que un pequeño componente genere una cantidad de resíduos inmensa, que son difíciles de gestionar, a veces imposible si utilizan polímeros no termoplásticos. Además los costes de transporte elevan el gasto de producción, por ejemplo el coltán, material resistente extraído del tántalo, muy escaso y del cual el 80% de la producción se realiza en la República Democrática del Congo.

Como pueda suponer, transportar el mineral desde su lugar de extracción hasta las factorías de producción de AEE (Aparatos eléctricos y electrónicos) donde se producen nuestras joyas personales, conlleva el uso de aviones que en su mayoría son antíguos con un consumo de combustible elevado. Más carga económica si cabe.

Una vez la materia prima está en el país productor se transporta por tierra hasta la factoría. Vuelta al gasto en combustible durante el trayecto. Miles de camiones transportan al día todo tipo de material para procesar o ya procesado hasta su destino, con sus toneladas de CO2 emitidas, una por una.
Ya en la fábrica de producción, nos encontramos con procesos mecánicos, químicos y térmicos, en los cuales se generan residuos, cenizas, gases y efluentes líquidos contaminados que hay que gestionar de manera adecuada. Más dinero y más degradación ambiental, aunque se intente reducir.

Una vez producido la carcasa del producto (recordemos que ese material se utiliza para le revestimiento) hay que tener en cuenta que todos los componentes internos llevan también su propio proceso de producción con su contaminación implícita, o simplemente con su difícil y costosa extracción como en el caso de las tierras raras, utilizadas para las pantallas de los smartphones.

Amen de otros materiales utilizados: plásticos, chips electrónicos, etc, la fabricación de un solo teléfono movil supone la utilización de más de 10 mil litros de agua en los diferentes proceso, una persona a la que se le insta a beber 2 litros diarios, al cabo de un año habrá consumido en torno a 730litros, casi 14 veces menos.

Un solo smartphone se lleva los recursos hídricos con los que una familia promedio pueda vivir durante aproximadamente 3 años.

Con este pequeño análisis, para nada científico pues me habría llevado bastante más tiempo y algún día lo haré más detenidamente con las investigaciones pertinentes, me gustaría entrar en la conciencia de aquellos compradores compulsivos de tecnología "barata".
No es necesario gastar diez mil litros anuales por comprar un smartphone cada año, y no es necesario emitir a la atmósfera toneladas de CO2, a parte de otros contaminantes, por querer ir a la última.

Sigo cumpliendo el objetivo real de este mini proyecto personal, que es intentar concienciar poco a poco a la gente que lea mis pequeñas aportaciones al mundo real, sobre el funcionamiento de nuestra sociedad de consumo y de mercadotecnia.

Seguiremos al pie del cañón, el pensamiento de unos pocos puede hacer nacer la fuerza de muchos.

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