Gestionar la basura, alargar la vida

Como todos sabemos, está a la orden del día el marketing verde bajo el general eslogan "lo verde, vende". Bien, lo verde vende pero también genera residuos y, a veces, muy costosos de deshacer.

En otro post hablé sobre la regla de las tres R, ahora vamos a dar un pequeño paso más: Reducir, Reutilizar, Reciclar, Valorizar y deposición en vertedero. Ampliamos el concepto de la gestión completa y os llevo a conocer un poco más de cerca el verdadero camino que siguen las basuras que tiramos en nuestro pequeño cubo de plástico.

Como bien expliqué en el post sobre las tres R, estas son las tres partes fundamentales de la gestión de residuos básicos. Hoy quiero comenzar apuntando que el residuo más desado, el que menos contamina y el menos dañino es el que no se genera.

En cuanto a la valorización de residuos, decir que no todos son valorizables energéticamente hablando, pues obtener energía de ellos puede ser costoso, perjudicial o prácticamente imposible como sucede con los polímeros termofijos (aquellos que al calentarse no se funden), o con los neumáticos, que, aunque tienen una alta energía al arder, los productos químicos que difunden al quemar son muy perjudiciales para la salud ambiental y humana.
Esta valorización debe considerarse siempre que no exista posibilidad de realizar ninguna de las operaciones anteriores, no pueda ser reducido, no pueda ser reutilizado y no pueda ser reciclado.

¿Cómo podemos conseguir un buen tratamiento de nuestros residuos?
Poniéndolo más fácil a la hora de seleccionar y depositar nuestra basura, ya sabéis recipiente amarillo, azul y gris.

Pero sobre todo, hay una manera más eficaz y más deseable: no producir residuos. Usar menos productos de un solo uso, reutilizar aquello que aún sea aprovechable. No siempre se puede, pero a la hora de ir al supermercado es bueno recordar qué puede servirnos para una sola vez y qué puede sernos útiles en más de una ocasión. Ahorrarás dinero de tu bolsillo, y darás más vida al planeta, pues usar un mismo producto 30 veces, está impidiendo la formación de 29 residuos, nada menos.

Todos sabemos que en la sociedad consumista actual es difícil decir adiós a las compras compulsivas, al "esto quiero, esto compro", pero no se trata de cortar de raíz el consumo de bienes y productos sino de gestionar la compra/venta de esos bienes de tal modo en que compremos lo necesario para tener una vida apacible desde el punto de vida social y ecológico.

De este modo no solamente reduciremos el gasto innecesario o inútilmente necesario, si no que también reduciremos una importante carga residual y un menor coste de producción y extracción de materia prima, la cual para la mayoría de productos se extraen muy lejos del lugar donde se comercializa. Eso también implicaría reducir el gasto y emisiones de transportes, como se habló en el post anterior.

Este es un pensamiento que debería ser global, y desde econcienciados seguímos trabajando para ayudar a la gente a comprender por qué nuestro modo de vida es erróneo ambientalmente hablando, e intentando ayudar a conseguir los objetivos que nos propusimos al comienzo de este pequeño proyecto.

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