ABEJAS. Fuente de vida

Buenas tardes amigos, tras largo tiempo alejado de la pantalla del ordenador (en cuanto al blog se refiere), hoy volvemos para escribir un poco sobre las abejas, aquellos insectos voladores que llevan vida en las patas. En efecto, el polen.



Como bien sabe todo el mundo, la abeja es un insecto polinzador que recorre los valles de flor en flor dispersando el polen de una en otra y haciendo germinar en una explosión de vida que al poco tiempo se convierten en frutos.

Pero el objetivo de este post no es explicar la funcion fundamental de las mismas, de sobra conocida. Nuestro objetivo es dar a conocer otros usos y la problemática situación a la que estamos llevando a este pequeño animal. Sin más, adentremonos, aunque sea un poco, en el mundo de la abeja.

Este insecto se encuentra amenazado debido a la actividad humana. Actualmente no se encuentra catalogada en peligro, pero todo parece indicar que la deforestación, desertización y el cambio climático, en un futuro no muy lejano pueda mermar la población de Apis mellifera en el mundo.
Los bosques, valles y prados de la Tierra necesitan de polinizadores para continuar su función, y esta especie es una de las más eficaces.
En España es una especie protegida, esto es un indicador de que realmente puede estar amenazada por la acción antrópica.
Por estas y otras razones, me veo impulsado a dar a conocer un poco más sobre las funciones que puede llegar a realizar esta especie, que además puede ser sustento de alimento de otras especies de animales y de insectos, como el Abejaruco (pájaro) o libélulas.
Disminuir la especie o llevarla a su extinción, no solo llevaría a la perdida de una especie entera. Cientos de especies de vegetales y animales se verán arrastrados por el efecto dominó provocado por la caída de la primera ficha. 

A lo largo de los años de existencia del ser humano como tal, se han utilizado estas abejas para la producción de un alimento exquisito, la miel, y es que la abeja melifera europea es utilizada por cientos de apicultores para la producción de la misma para, después, destinarla al consumo humano. La miel contiene fructosa y glucosa, dos tipos de azúcares que proporcionan una rápida y efectiva fuente de energía, siendo absorbida por el intestino.
También los mismos apicultores ofrecen panales de abejas a diferentes invernaderos para que sus abejas polinicen sus plantas, pues está demostrado que los vegetales adaptados a la polinización por abejas, tienen un mejor desarrollo postembrionario que los que son polinizados de manera artificial.
Asimismo, también ceden sus panales a zonas extensas de monte y valle para que las mismas polinicen el prado, volviendo a rebrotar la vida a su paso, evitando perder el ecosistema, reforzando así, a las poblaciones de polinizadores naturales de la zona.

En otros casos, la abeja es utilizada para curar, la apiterapia.
Ciertamente, no se hasta que punto está demostrado científicamente el poder curativo del veneno de la abeja, pero he leído y visto algún video sobre el tema y realmente las opiniones de quien recibe dichos tratamientos experimenta mejorías en sus dolencias.
Estos tratamientos se basan en aplicar el aguijon de la abeja en la zona afectada o en zonas típicas de acupuntura dejando que el veneno (apitoxina) haga su efecto.
Con poner en nuestro buscador de internet "Apiterapia" nos aparecerán muchos enlaces a diferentes sitios de información. 

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